Pasajero Miércoles, 26 febrero 2020

Cinco libros sobre el Nuevo Testamento

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Conforme avanzan los años, mi fe es cada vez más borrosa e insegura, pero, por el contrario, mi interés por algunos aspectos de la religión (sobre todo la católica, que es la única que conozco) ha ido aumentando.
Ese interés nace no solo por una crisis de fe, sino también por razones que podríamos llamar literarias. Como lector, me atraen los rastros bíblicos que se manifiestan en otras lecturas o historias, que aparentemente nada tienen que ver con la religión (y mucho menos con la católica). Harry Potter, asustado y solo, acepta su propia muerte en medio de un bosque, como Jesús en Getsemaní. Uno de los pescadores de Contracorriente, la bellísima película peruana, niega el amor por su amante, ahora muerto, con la cobardía y el remordimiento con que Pedro negó a Jesús. Jon Snow resucita y en él se cumple una profecía que le otorga la autoridad del elegido. Mi deseo por aumentar esas conexiones entre la narración bíblica y el resto de historias que toman elementos de ella me ha acercado a diversos libros específicamente dedicados al Nuevo Testamento, cinco de los cuales ahora comparto con ustedes.
La primera y fundamental lectura que recomendaría a cualquier interesado en asuntos bíblicos es, por supuesto, la Biblia. Los católicos tenemos una tradición muy pobre como lectores de la Biblia: la conocemos mal, la consultamos poco y nunca discutimos sus interpretaciones (a lo mucho soportamos las homilías luego de la lectura del Evangelio, que por lo general son improvisados y aburridísimos disparates del cura de turno). Los judíos y los protestantes (piensen por ejemplo en la tradición anglosajona o en los evangélicos locales) tienen una relación mucho más constante con sus libros sagrados, no solo porque los conozcan de memoria o sepan ubicar capítulos y versículos, que no es lo importante, sino porque han incorporado ese gran relato a su imaginario, lo que, en los mejores casos, fecunda su creatividad y alienta su vida, mientras que, en los peores, los convierte en peligrosos fanáticos de las interpretaciones literales.
La lista que sigue no es canónica, es decir, no son los libros que todo católico (o ateo) debe leer, porque no los encontré atendiendo a dicho canon, que tampoco sé si existe. Los libros, más allá de sus géneros, cumplen con dos características: primero, están escritos con suficiente maestría como mantener la atención del lector aunque aborden temas complejos, y segundo, aportan ideas sobre el Nuevo Testamento, la figura de Jesús o la interpretación de sus enseñanzas que no son las que normalmente manejamos.
He leído esos libros en físico, en ePub y también en audiolibro, de modo que no sé exactamente cuál es su disponibilidad en el mercado como libros físicos. Señalaré en cada caso en qué formato los leí para que los interesados puedan encontrarlos así.
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Jesús no dijo eso, de Bart Ehrman  (2007, ensayo)

Los Evangelios, en tanto palabra de Dios, dan la impresión de haber sido escritos de forma definitiva por sus autores en el primer siglo de nuestra era, y que así, intactos, han atravesado los dos mil años de cristianismo. En su libro, Bart Ehrman desarma esta creencia. Hace un recorrido sobre el origen de los textos evangélicos: cuáles son las versiones más antiguas de cada uno, cuáles textos quedaron fuera del canon bíblico y por qué razones. Además, revisa el devenir de los Evangelios hasta las versiones que conocemos ahora: qué variantes se agregaron, y si estas se debieron a errores de los copistas (hay que recordar que los evangelios atravesaron un milenio largo antes de la aparición de la imprenta) o fueron modificaciones debileradas con intenciones teológicas o ideológicas.
*Leí este libro en ePub.
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La última semana de Jesús, de Javier Alonso López (Ensayo, 2004 y revisado en 2019)

El ensayo de Javier Alonso contextualiza el último año de vida de Jesús: cómo era la Jerusalén de entonces, cuáles eran las costumbres de sus habitantes, qué relación tenían con el dominio romano, etcétera. Este repaso (que incluye la explicación de actividades económicas, arquitectura, forma de vestir y otros aspectos aparentemente menores) le permite ahondar en la figura humana de Jesús, a quien le otorga una serie de características físicas, políticas, religiosas e ideológicas que suelen pasarse por alto (o incluso contradecirse) en el relato convencional. A partir del contraste histórico, Alonso también señala cuáles pasajes del Nuevo Testamento (dedicados a la Pasión y muerte de Jesús) son verosímiles y cuáles han sido recreados o directamente inventados por razones teológicas (por ejemplo, para hacer encajar episodios de la vida de Jesús con profecías del Antiguo Testamento).
*Este ensayo lo escuché en audiolibro, en la plataforma Storytel. 
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El evangelio según Jesucristo, de José Saramago (novela, 1991)

De los pocos libros de Saramago que he leído, este es sin duda el que más me gusta (debo confesar que todavía no le encuentro la gracia al Ensayo sobre la ceguera). En el Evangelio, Saramago recrea la vida de Jesús sin los elementos mágicos o sobrenaturales de los relatos bíblicos, lo que ya constituye una subversión narrativa. Por otro lado, luego de haber leído los dos libros que menciono arriba, se hace más evidente el enorme esfuerzo documental de Saramago para construir una sociedad judía lo más parecida a aquella en la que vivió Jesús. El realismo de la historia deja un rastro de humor amargo, pesimista, que se encarna sobre todo en Jesús, víctima inevitable de un destino que no eligió para él: «Dios no perdona los pecados que manda cometer», se dice en el libro.
*Leí este libro en físico, en la edición de Punto de Lectura (Penguin Random House)
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El Reino, de Emmanuel Carrère (no ficción, 2015)

Carrère, uno de los autores centrales de la no ficción, narra en este libro dos historias. La primera es la suya, la experiencia autobiográfica de su acercamiento a la fe cristiana, no literaria ni simbólica sino profunda y absolutamente entregada. Luego de ese preámbulo, que explica su interés por la religiosidad, se embarca en una investigación sobre los primeros años del cristianismo, a partir de dos figuras centrales: Lucas el Evangelista y Pablo de Tarso, quienes dan sentido y forma a una fe entonces incipiente, profesada apenas por «un puñado de pescadores analfabetos» pero que en solo trescientos años haría estallar los cimientos del Imperio romano y crecería hasta convertirse en la religión más importante del mundo.
*Leí este libro en físico, en la colección Panorama de Narrativas de Anagrama
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María lloró sobre los pies de Jesús. Prostitución y obedicencia religiosa en la Biblia, de Chester Brown (novela gráfica, 2016)

Este es el único de estos libros que aborda pasajes de toda la Biblia, incluyendo ambos Testamentos. El novelista gráfico Chester Brown, mientras investigaba para su libro anterior (Pagando por ello, una apología de la prostitución), encontró varias referencias bíblicas a la prostitución. En María lloró sobre los pies de Jesús, recoge esos pasajes y los recrea (Caín y Abel, Tamar, Rut, así como las parábolas del hijo pródigo o de los talentos) atendiendo al sustrato sexual que encierran. Para Brown, algunos de esos episodios han sido mal traducidos y mal interpretados, y releídos desde su perspectiva quieren decir muchas veces lo contrario a lo que se cree. El hijo pródigo, por ejemplo, no es recibido con alegría por su padre porque se arrepiente, sino porque se atrevió a vivir, cosa que no hizo el amargado hermano mayor. El libro tiene tanto de novela gráfica como de ensayo: en sus notas, se evidencia el exhaustivo trabajo de investigación de Brown, que ha cotejado traducciones e interpretaciones, y propone una lectura del Nuevo Testamento mucho más liberal, abierta y tolerante que la impuesta por la tradición católica.
*Este libro también lo leí en físico, en la edición en rústica de La Cúpula.