Esto es lo que nos revela el primer capítulo de la séptima temporada de Game of Thrones

Título original: Las Stark empiezan a pagar sus deudas

[DANGER: SPOILER]

En el inicio del capítulo de ayer, luego de matar a todos los hombres que participaron en la Boda Roja, Arya le dice a la joven esposa de Walder Frey:

«A quien pregunte, dile que el Norte no olvida».

Dicha allí, la frase («The North remembers») tiene el sentido de una advertencia: nosotros también nos vengamos. Y es curioso porque ese no es el significado que ha tenido a lo largo de la serie. Por ejemplo, cuando Sansa vuelve a Invernalia, entonces tomada por los Bolton, para casarse con Ramsay, una anciana le susurra la misma consigna. En ese momento, funciona más bien como un recordatorio de lealtad: más allá de los avatares de la guerra, los habitantes de la ciudad se conservan fieles a la casa Stark.

Imagen: Game of Thrones

Mucho más adelante, cuando Jon Snow (gracias a la maniobra salvadora de Sansa) recupera Invernalia para los Stark, hay una asamblea en la que debaten las grandes casas del Norte. La discusión parece perdida para Jon hasta que interviene lady Lyanna Mormont, señora de la Isla del Oso. Ella empieza a interpelar a las familias que rehusaron participar en la Batalla de los Bastardos, y luego dice sobre la suya: «Pero la casa Mormont recuerda; el Norte recuerda». En ese discurso, la frase también expresa lealtad («y no reconoce más rey que el rey en el Norte, cuyo nombre es Stark»).

El lema de la casa Stark es Se Acerca el Invierno, pero The North Remembers se ha convertido en un mantra que caracteriza el espíritu de los norteños. Hasta ahora, como decía, tenía el sentido más bien positivo de la fidelidad: una región habitada por gentes que se rigen por principios tan antiguos y tan nobles como el honor, la lealtad y la justicia. Las acciones de Arya, sin embargo, han reorientado el significado de la frase, y le han dado una carga menos noble pero más práctica:

los Stark han entrado al juego de la política.

Imagen: Game of Thrones

Esto me recuerda a otra frase que identifica a una familia más que su propio lema: «Un Lannister siempre paga sus deudas». Aunque inicialmente puede asociarse al poder económico de la familia, también podría entenderse como una advertencia de venganza. Tyrion paga la deuda a su padre (es decir, le devuelve los años de infamia) al asesinarlo mientras caga. Cersei paga la deuda a la septa que la humilló al entregarla, amarrada y bañada en vino, a las torturas de la Montaña. Aunque la frase no estuviera dicha en esos contextos, refleja muy bien el espíritu de los Lannister, que no pierden oportunidad de tomar venganza.

Los Stark, en cambio, no se vengan nunca. Hacen justicia, pero no se vengan. Tampoco hacen trampa: juegan el juego siguiendo las reglas. ¿Cuál ha sido el resultado? Padre, madre y dos hermanos asesinados. Los miembros supervivientes de familia separados durante años. Un reino golpeado por la guerra que no se ha recuperado todavía y debe ahora enfrentarse a enemigos más poderosos.

Imagen: Game of Thrones

Mientras Arya ha ejecutado perfectamente su venganza, Sansa tiene dificultades para que el gobierno del Norte no vuelva a caer por culpa de la inocencia y la obstinación. El problema es que Jon Snow, el rey, encarna de momento ambos defectos: se niega a escuchar a su hermana, se niega a prestar atención y se niega a entrar en el juego político. Desoír los consejos de Sansa va a costarle caro.

Cuando Sansa reconoce que “aprendió muchísimo” de Cersei, se refiere a eso: sin ella y sin su ejemplo, seguiría siendo tan inocente y tan confiada como Jon, que es muy valiente pero muy capaz de morir, como su padre y su hermano, inútilmente, por errores estúpidos.

Jon está convencido de que los enemigos que él ha visto, los muertos, son la verdadera amenaza para el mundo. Y eso se debe a que él no conoce los límites de crueldad a los que son capaces de llegar los vivos. Sansa, en cambio, los conoce perfectamente.

Sansa escucha a la honorable Lyanna Mormont. Imagen: Game of Thrones

Espero que Sansa tome mayor control en el gobierno del Norte (un reino que, por mérito y por linaje, le corresponde a ella más que a nadie) y que, así como Arya, empiece a pagar sus varias deudas, para que se entienda muy bien qué se quiere decir cuando se dice que el Norte no olvida.